MAUTHAUSEN: EL INFIERNO NAZI
16 julio 2009 a 12:06 pm (EN LOS BASTIDORES DE CUARTO MILENIO)
Este fue el título del reportaje-documental emitido por “Cuarto Milenio” a principios de junio de 2009 por la Cuatro TV de España. “Mauthausen, el Infierno Nazi” es el resultado del viaje que emprendí entre el 07 y 10 de mayo de 2009 con el operador de video Ignacio Barreto y el técnico en imagen Iván Aruza, visitando el campo de concentración de Mauthausen, cerca de Linz, en Austria y otros antiguos campos de la muerte alrededor.
El viaje fue organizado por la AMICAL de Mauthausen de Barcelona, encabezada por la prestigiosa historiadora Rosa Torán y sus colaboradores de varias regiones de España.
Para mí esta labor tenía algo muy especial: debía rescatar parte de la historia familiar, concretamente la de mi abuelo, Pablo Villarrubia Martín (nacido en Yuncler de la Sagra, provincia de Toledo, el 26 de enero de 1913) , que perteneció al cuerpo de carabineros. Republicano fue capturado por los nazis en Francia cuando se encontraba trabajando, como civil, en un campo para extranjeros
Se lo llevaron al Stalag XI (B) – un campo de prisioneros de guerra – en Alemania y luego al campo central de Mauthausen (el 8 de julio de 1940) bajo el número 4384, ostentado en el pecho, tal como muchos españoles considerados “apátridas”, un triángulo azul con la letra “S” de Spanien. Después se lo llevaron al inefable campo anexo de Gusen (24 de enero de 1941) donde acabó falleciendo el siete de septiembre de 1941 en uno de los peores lugares para morir durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue conmovedor conocer a algunos antiguos deportados, supervivientes de Mauthausen, verdaderos “superhombres” cuya lección de vida me impactaron profundamente. Con nosotros estuvieron, aquellos días, el sr. José Alcubierre Pérez (cuyo padre falleció en Gusen), Esteban Pérez Pérez (con 99 años y un lucidez envidiable), Juan Camacho Ferrer (que vino, a pesar de su delicada salud física, desde Montevideo, Uruguay), David Moyano (“el corneta”, que vive en Bélgica) además de Angelita Andrada, cuyo padre murió en Gusen y que fue una de las “niñas de la guerra”.
A todos estos hombres y a los que allí perdieron la vida – en nombre de la libertad y contra el fascismo – mi más sincero respeto y humilde homenaje a través de nuestro trabajo televisivo. Quiero agradecer, sin duda, a Iker Jiménez, por la oportunidad de llevar a cabo esta empresa, verdaderamente difícil en lo que tañe a lo personal, pero muy importante para mostrar que no se deben repetir aquellos mismos errores cometidos durante la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial.
Pablo Villarrubia Mauso
Madrid, 13 de julio de 2009