Lorenzo Bueno Reojos nació el 25 de enero de 1910 en Toledo (España).
Poco después se produjo su adopción en un asilo de huérfanos de la capital manchega a cargo de D. Constancio Rentero y Dª Vicenta Peña.
Se crio junto a su numerosa familia en San Martín de Montalbán (Toledo), donde vivió feliz y conoció a Dª Zoila Manzanilla Núñez, con la que contrajo matrimonio el 21 de octubre de 1933.
Tuvieron tres hijos: Leandro, Vicente y Encarnación.
Comenzada la Guerra Civil Española fue reclutado para defender la Segunda República Española, donde fue cabo del Tercer Batallón “EL Socialista” de la Brigada 112.
Sólo regresó a San Martín de Montalbán para conocer a su hija Encarnación, que nació el 19 de agosto de 1937.
No regresó nunca más.
En los estertores de la Guerra Civil, por el avance franquista en Cataluña y tras la caída de Barcelona, Lorenzo fue uno de los más de 500.000 españoles que, entre el 28 de enero y el 13 de febrero de 1939, tuvieron que exiliarse a Francia cruzando los Pirineos, en el exilio conocido como “La Retirada”.
A día de hoy, no sabemos en qué campo o campos de refugiados franceses estuvo.
Una vez iniciada la Segunda Guerra Mundial, fue reclutado para el Ejército francés en Carcasona y posteriormente capturado el 6 de junio de 1940.
Fue internado en el campo de prisioneros de guerra o stalag XI A de Altengrabow (Alemania) con el número 78.631, para ser trasladado el 22 de julio de 1940 al stalag XI-B de Fallingbostel donde fue registrado con el nº de prisionero 44.281.
Tras los acuerdos entre el régimen franquista, la cúpula del “Tercer Reich”, el gobierno colaboracionista de Pétain y con la intervención de la Gestapo, a finales de septiembre, comenzó la deportación masiva de españoles a campos de exterminio, aunque algunos grupos fueron deportados antes.
Mi abuelo Lorenzo fue deportado del campo de Fallingbostel el 5 de septiembre de 1940, y llegó al campo de Mauthausen el 8 de septiembre de 1940, donde tuvo el nº de matrícula 4.367.
El 17 de febrero de 1941 fue trasladado al subcampo de Gusen (Austria), donde tuvo el nº 10.965, y donde fue asesinado el 15 de septiembre de 1941.
Ninguna de estas informaciones han sido fáciles de averiguar, ya que, durante aquel convulso y terrible periodo, hubo muchos errores en las transcripciones de los datos.
Gracias al trabajo de asociaciones memorialistas y al compromiso e investigación de sus nietas y nietos, se ha podido rescatar su memoria y su dignidad.
Siempre debemos sentir un gran orgullo por todas estas personas que, como mi abuelo, dieron su vida por defender la democracia, la justicia y la libertad.
César Bueno Pinilla.